Son también causa de síndrome de ojo seco, de hecho, la más frecuente. Afectan al borde libre palpebral, bien a las glándulas de Meibomio productoras de la capa de grasa de la lágrima, a la raíz de las pestañas, o a ambas estructuras. La mayoría son procesos inflamatorios crónicos o recurrentes.