Se caracteriza por una alteración focal en la permeabilidad del epitelio pigmentario retiniano (EPR) como consecuencia de una ruptura de la barrera hematorretiniana posterior. Esta situación origina una extravasación de fluido desde la coriocapilar al espacio subretiniano, provocando un desprendimiento de la retina neurosensorial que se localiza en el polo posterior y habitualmente, aunque no necesariamente, afecta la región macular y foveal.

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