síndrome de ojo seco, una dolencia que padecen entre el 11 y el 22% de los españoles y cuyos síntomas son sensación de picor, arenilla, sequedad ocular, enrojecimiento y dificultad para abrir los ojos tras el sueño. Pero para entender el origen de esta enfermedad hay que profundizar más en estas pequeñas gotas lubricantes. Por ejemplo, debes saber que cada una consta de tres capas: una de moco para que se adhiera a la córnea, otra de agua y una tercera de grasa, cuya función es que «la lágrima no se caiga antes del siguiente parpadeo», explica la dra. Margarita Calonge, del Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA).

….Pero la investigación no se ha detenido ahí. De hecho, en el IOBA se está llevando a cabo un ensayo que analiza la concentración de cada una de las sustancias de la lágrima (cualquier exceso puede lesionar el ojo), del nivel de sensibilidad de la córnea y de la morfología de los tejidos, al tiempo que busca problemas en las glándulas de meibomio (las encargadas de secretar la sustancia que lubrica la superficie ocular y retarda la evaporación de la película lagrimal).

La reconstrucción de la superficie ocular con células madre es la segunda línea de investigación y, según la doctora, está siendo muy efectiva en los casos más graves, como los asociados a complicaciones tras trasplantes de médula ósea», cuando las células del donante atacan el cuerpo del receptor.

…»Este sídrome no se cura, pero se controla. De hecho, en la mayoría de los casos el paciente lleva una vida cercana a la normalidad», aclara la dra. Calonge.

Mujer de Hoy, 16/05/15