Las gafas de sol son un elemento de seguridad para nuestros ojos, pero hay factores que debemos tener en cuenta.

Estamos en pleno verano, con el consiguiente aumento en el uso de gafas de sol, que suponen un elemento de seguridad para la salud de nuestros ojos, ya que nos protegen de la radiación ultravioleta que puede provocar daños en la retina, o incluso la aparición de cataratas. Pero hay una serie de factores que son importantes y no siempre tenemos en cuenta.

La calidad de los materiales con las que están fabricadas, es fundamental para asegurarnos una buena durabilidad, pero más importante aun es la calidad de las lentes, por eso es muy importante adquirirlas en un centro especializado, que garantice que sean lentes homologadas y cumplan con las medidas de seguridad, ya que, de no ser así, pueden causar lesiones graves o empeorar cualquier otra patología que ya tengamos diagnosticada.

Pero más allá de la calidad de los materiales, lo cierto que su uso y exposición al sol, va restándole efectividad, perdiendo propiedades, por lo que hay que renovarlas periódicamente. Existen estudios que han dado como resultado que su uso durante dos horas al día durante dos años, le restan propiedades de protección.

Importante es también, tener en cuenta el uso que le vamos a dar a nuestras gafas, antes de elegirlas.
En cuanto al color de las lentes, el marrón mejora los contrastes y reduce el cansancio, pueden ser una buena opción para los miopes. El verde produce pocos cambios en los colores, y pueden venirle muy bien a los hipermétropes, además son especialmente adecuadas para los deportes náuticos.
El gris, tampoco altera la percepción de los colores naturales, y están indicadas para la conducción.

No es menos importante la categoría del filtro. Las lentes de categoría 0 son casi incoloras, las de categoría 1 estás recomendadas para espacios poco luminosos. Las de categorías 2 y 3 serían ideales para la práctica de deportes y actividades al aire libre y las de categoría 4 para ambientes muy luminosos.

Según el tipo de lente, podemos encontrar cristales fotocromáticos que cambian su tonalidad en función de la intensidad lumínica; los cristales de espejo, que ofrecen a los ojos una gran protección, creando un efecto barrera; o, los polarizados que filtran el exceso de luz, eliminan los reflejos y evitan deslumbramientos.